martes, 16 de noviembre de 2010

Música Ska

Bajo el título de “Historias del ska: puntos de encuentro entre lo local y lo global” el pasado 26 de octubre se desarrolló un seminario en el que el doctorando Gonzalo Fernández Monte expuso su experiencia como investigador en el campo de la música popular urbana. En el presente artículo se expone de forma sucinta las cuestiones más interesantes abordadas en la charla.

La música popular se corresponde con lo urbano como la música tradicional estaría relacionada con el ámbito de lo rural. “Si la música popular no se encuentra entre las asignaturas de la musicología -así lo manifiesta Fernandez Monte- es porque la vieja escuela no contempla ciertas músicas”. El objetivo de la charla era presentar a los alumnos de la asignatura de Etnomusicología que imparte la profesora Victoria Eli Rodríguez de la Universidad Complutense de Madrid la experiencia de trabajo de investigación que sobre la música ska lleva realizando Gonzalo Fernández Monte desde que concluyó su licenciatura de Historia y Ciencias de la Música hace ahora cinco años.

El Acompañamiento a contratiempo de los instrumentos, un compás en el que diferentes instrumentos acentúan las secciones débiles de cada tiempo y una armonía que no cambia demasiado “sólo un par de acordes se van sucediendo en cada tema” -manifiesta Fernández Monte, son las características principales de este estilo. Su origen se encuentra en Jamaica en los años cincuenta del siglo XX. “Un hecho muy imporante para el futuro del ska sucedió en 1962, cuando Jamaica consiguía su total independencia de Gran Bretaña, entonces se convertiría en la música nacional identitaria del país”. Después, a finales de la década de los sesenta, surgiría el rocksteady, sucesor del ska y precursor del reggae.

“Hay ciertos tipos de música que no se estudian si no estás en el terreno de la Etnomusicología”. Efectivamente Gonzalo Fernández Monte trabaja en una investigación que hasta el momento no se había realizado en nuestro país. El objeto de su investigación es la música ska en España y su relación con el desarrollo de este tipo de música en otros lugares del mundo. Para Fernández Monte es muy importante conocer qué ha ocurrido en otros paises para descubrir el caso concreto español.

Originariamente el ska surge en Jamaica, sin embargo lo que le interesa más a Fernández Monte es que a lo largo del tiempo se han dado diferentes variantes”. Además de una primera fase inicial llamada simplemente ska, surgió otro sub-estilo llamado “ska two tone” ó “2 Tone” que tiene que ver con el surgimiento de diversas bandas británicas vinculadas al movimiento punk o al reggae.

Ska local / ska global
Además de Jamaica, Gran Bretaña y EE.UU. es importante destacar que tanto en los inicios (quizás fuera un caso aislado pero en 1964 “My Boy Lollipop” interpretada por Millie Small dio la vuelta al mundo en 1964) como en la época 2 tone el ska llegó a otros países. En su investigación Fernández Monte se ha encontrado estudios musicológicos del ska en Jamaica, en Gran Bretaña o EE.UU. “que incluso tienen en cuenta la relación que se dio entre ellos” sin embargo no existen estudios dedicados al desarrollo del ska en otros países a los que se difundió después. Paralelamente al desarrollo de este tipo de música surgiría la industria musical y con el tiempo se expandió a diferentes lugares del mundo. A partir de los ochenta el ska se consolidó en Europa, América y Asia (llegando incluso a Japón o a Tailandia). En este contexto el ska empezó a fusionarse con todo tipo de músicas (rock, punk, jazz...) “El estudio de una música que está viva es más difícil todavía si cabe que las músicas de tradición oral”. Además de la evolución del ska en diferentes regiones del mundo Fernández Monte considera que hay una vetiente global del ska, una música ska que no se circunscribiría necesariamente a una región en concreto sino que habría surgido en función de diferentes factores como la eclosión de la industria discográfica multinacional, la circulación de intérpretes en giras internacionales, los festivales temáticos, la edición de recopilatorios y por supuesto los medios de comunicación. Considera Fernández Monte que en menor medida lo ha sido el factor idologico aunque algunos autores lo defiendan.

En cuanto a las variantes locales si hay países que han acuñado su propio estilo Fernández Monte no se limita al análisis más superficial sino que va más allá y se ha propuesto resolver varias incognitas: ¿Cúal es el lugar que ocupa España en la evolución de esta música?, ¿Ha aportado algo a su desarrollo global?, ¿Es posible que una música se desarrolle en EE.UU. y no aporte nada a su historia?. Las investigaciones de música popular locales suelen plantearse a partir del momento concreto en el que una música se implanta en una región y a partir de entonces estudian su evolución pero “no suelen desentrañar lo que una música local haya podido aportar al panorama internacional musical global”. Si estudiar un estilo que se ha expandido internacionalmente es bastante complejo “el ska tiene una dificultad añadida, porque no existen estudios de escenas locales”.

Entre otros aspectos que aborda Fernández Monte destaca la fusión “el ska tiene un ritmo tan básico que es muy dado a mezclarse con cualquier tipo de música, se dice que hay ciertos tipos de música ska que parecen rock”. A la cohesión ha contribuido también el cine, el ska ha tenido una presencia muy importante en la gran pantalla, en bandas sonoras de películas tan conocidas como “James Bond” o en series de televisión como “La Pantera Rosa”. Internet parece también haber contribuido no sólo a la fusión no sólo del ska “desde que existe es más fácil llegar a una cohesión internacional de las músicas”.

Otro aspecto que interesa a Fernandez Monte es la cohesión del ska local con elementos tradicionales “es un campo muy interesante pero poco explorado”. Por lo visto existe una banda de ska en Grecia (Loco Mondo) que en sus actuaciones utilizan un instrumento de origen griego muy peculiar y en España existe un grupo asturiano (Skama la Rede) que tiene letras reivindicativas que ligan a este grupo con un cierto tipo de movimiento cultural independentista.

Hay dos facetas de cómo se puede manifestar un estilo musical (el mainstream, por encima de la línea de ventas o el underground, por debajo de los éxitos de ventas, o música de minorías). En los 90 ocurrió que el ska, que era una música de minorías underground, pasó al mainstream “incluso llegó a contratarse a grupos ska para hacer música de anuncios”. Sin embargo en el caso de España hubo cierto impulso pero no llegó a ser mainstream (existe un grupo llamado ska-p que despuntó aunque la afición más purista no lo considera como tal).

domingo, 14 de noviembre de 2010

LA RABECA CHULEIRA: experiencia de un trabajo de campo en el ámbito de la investigación etnomusicológica

El pasado martes 2 de noviembre María Jesús Navalpotro compartió su experiencia en la realización de una investigación en el ámbito de la “Etnomusicología” con los alumnos de la asignatura del mismo nombre que imparte Victoria Eli en la Universidad Complutense de Madrid. El objeto de estudio de Navalpotro es doble: Un instrumento en “peligro de extinción” y la música tradicional asociada al mismo. La “rabeca chuleira” es el nombre de un instrumento de cuerda frotada, parecido a un violín (pero con un tiro o longitud de cuerda frotante unos diez centímetros más corto), propio de una música popular tradicional que se da en una zona montañosa del norte de Portugal (Serro do Marâo: Concelhos de Almirante y Baiao). La chula estuvo asociada a una serie de prácticas económicas o agrícolas que están desapareciendo o han desaparecido como consecuencia de las políticas económicas desarrolladas tras la integración en la Unión Europea de Portugal (en la catalogación de Navalpotro la primera rabeca chuleica que existe data de 1873-1875 y la última que se fabricó fue en 1980). Desaparecida la práctica agrícola asociada en la región, este tipo de música ha ido desapareciendo.

Para Navalpotro cuando hablamos de cualquier investigación etnomusicológica lo más importante es la preparación y la planificación del “trabajo de campo”: Una herramienta fundamental en los estudios de Etnomusicología, “pero todavía más si cabe en el ámbito de la música de tradición oral, porque la principal fuente de estos estudios es la comunidad humana”. En este sentido Navalpotro, citando a Helen Meyers confirma que el lado humano de la etnomusicología es fundamental “trabajamos con personas y la etiqueta de informante para referirnos a seres indeterminados de los que friamente extraemos información ha sido ya ampliamente superado, ahora el investigador debe hablar más bien de “colaboradores” o incluso de “protagonistas de la investigación”. Para Navalpotro los aspectos éticos son fundamentales.

De cualquier modo adentrarse en una comunidad humana para acercarse al objeto de estudio no está exento de dificultades. Cada objeto de estudio es único, irrepetible, de modo que por ejemplo las cualidades del investigador condiciona el resultado de cualquier trabajo “exige tener la suficiente cercanía con las personas que van a facilitarnos la información, para ganarte su confianza; pero al mismo tiempo, no hay que olvidar que el análisis debe realizarse con cierta distancia, frialdad y objetividad” manifiesta Navalpotro; una cosa no quita la otra.

En cuanto a las fases de toda investigación etnomusicológica señala dos fundamentales: Por un lado la recoleción de los datos, o el trabajo de campo en sí; por el otro la fase de laboratorio o de análisis de los datos que se han recopilado. “Al principio descubrí el instrumento y poco a poco tirando del hilo me di cuenta de que había mucho que hacer”. Primero tuvo que hacerse una idea de la dimensión de la investigación, acotando geograficamente el terreno de la misma para ver las dificultades que se podría encontrar “en la zona las carreteras son malísimas y el conocimiento de otro idioma distinto al portugués nulo” así como de los recursos con los que contaba “investigar no es barato, necesitaba un equipo formado por cámara de video, cámara de fotos, grabadora de sonido, guantes de algodón...”.

Muchos meses de planificación invirtió Navalpotro, que incluyeron el re-estudio de las posibles fuentes “de lo que había escrito alguién sobre el tema antes que yo”. Después vino la planificación del trabajo en sí, de la elaboración de fichas, planos y mapas, rutas... “El primer contacto con este instrumento lo tuve en 2005, pero no empecé el trabajo de campo en sí hasta el año 2007”. En la fase de planificación es muy importante determinar bien el objeto “Fui a buscar ejemplos de rabecas, si hay rabeca hay investigación, me dije; para luego definir la práctica musical, la chula”.

Dos son las conclusiones más importantes que destaca de su investigación Navalpotro; por un lado que la práctica musical y el instrumento investigado se encuentran en vías de extinción “la chula ya no se fabrica” y por otro lado que la política puede condicionar muy de manera directa la música de una comunidad y por consiguiente su cultura. En el caso de la rabeca esta corrió peor suerte que otro tipo de músicas “En la época de Salazar el fado o el cabaquiño se elevaron a la categoría de músicas nacionales, por el contrario la rabeca chuleira se abandonó en el olvido”.

Queda patente que en este tipo de investigaciones el trabajo de campo sigue siendo fundamental como herramienta, porque hay músicas de tradición oral sobre las que no se ha escrito nada antes. Imprescindible a la hora de realizar cualquier trabajo de campo mentalizarse que la planificación es fundamental “cuanto más tiempo se invierta en la preparación más eficaz será después la investigación -señala Navalpotro. Aunque claro está no todo es recopilar datos o informaciones, porque luego hay que procesarlas y analizarlas y esto también lleva tiempo al investigador.

En este tipo de investigaciones “que se han apropiado los antropólogos nosotros desde la música podemos aportar mucho”. Esta claro que en Etnomusicología y Musicología queda mucho por hacer “queda por delante reivindicar la etnomusicología como ciencia que es capaz de articular estudios muy completos desde el punto de vista sociológico, político y antropológico pero también desde los ámbitos de la cultura, la música o la organología”.
 
 
Nota: Según la SIBE la Etnomusicología es un campo de estudios que se interesa por las culturas musicales de todo mundo e incluye las denominadas músicas populares, folklóricas y tradicionales, partiendo de la idea de que la música constituye un recurso cultural y humano fundamental en el desarrollo de individuos, pueblos y culturas.

Sugerencias musicales I

Hoy les invito a descubrir a Kingston Kitchen. Se trata de una banda de música formada por ingleses y alemanes que se circunscribe en el tipo de música ska más global y actual. Espero que disfruten con ello:

http://www.myspace.com/28037761

Buscar más artistas como Kingston Kitchen en Myspace Music

sábado, 13 de noviembre de 2010

John Zorn-Naked City - A Shot In The Dark (Inspector)

Hoy os invito a descubrir esta interesante obra de John Zorn-Naked City, A Shot in The Dark

 

viernes, 5 de noviembre de 2010

Estoy flipando

Hola, os escribo desde mi clase práctica de la asignatura documentación periodística y esto es una pasada, estoy aprendiendo mogollón de cosas muy útiles.

Saludos