
Es muy útil conocer, por si vienen tiempos peores, este tipo de consejillos que nos da la experiencia. Y no ya sólo por la excasez, sino por hacer en nuestra vida un consumo más responsable y ecológico de energía y de las materias primas.
Aunque siempre es mejor descubrir las cosas por uno mismo y en este caso observando el documento gráfico que se acompaña; no obstante, por si hubiera duda, explicaré el ecológico consejillo:
Cuando un lapicero se ha consumido y es tan corto que ya ni siquiera puede sujetarse con la mano, jamás debe tirarse.
Procedase en ese caso -tal y como puede observarse en la fotografía de arriba- a adosar el trozo que quede, a otro lapicero que sea más largo. La unión hace la fuerza y así se podrá utilizar más carbón antes de tirarlo definitivamente.
Usese para la unión goma elástica y para hacer más durarera y resistente la unión procedasé además a fijar ambos trozos, el largo y el corto, con papel autoadhesivo transparente dando varias vueltas sobre ellos.
Parece una tontería, esto lo hacían nuestros abuelos, y seguro que lo hace mucha gente, pero si lo hicieramos todos se talarían menos árboles de nuestros bosques, que es de dónde realmente no hay que talarlos. Ahí es dónde a mi me gustaría que se encadenara la Baronesa y no a su fortuna y a sus negociaciones que seguro que algún afán especulativo o inmobiliario tendrán.