viernes, 23 de mayo de 2008

Adios autoservicio 'Florez'


"Llegué aquí cuando apenas había cumplido los dieciocho años". Son las palabras de Severino Flores Pérez, propietario de uno de los establecimientos de ultramarinos más antiguos de Aravaca. La próxima semana cerrará sus puertas para siempre: "Cerramos la tienda porque un banco nos hizo una buena oferta para que alquilaramos el local y le hemos dicho que sí"

Situada en la Avenida de la Osa Mayor, en Aravaca, arteria principal de este barrio periférico de Madrid, que en tiempos fuera municipio independiente, Autoservicio Florez llevaba más de cincuenta años prestando servicio a sus clientes. El negocio se remonta a antes de que Aravaca se anexionara definitivamente a Madrid. Prestaba servicio a los clientes del casco antiguo y a también disponía de servicio a domicilio para los vecinos de las diferentes urbanizaciones de alrededor "a los que les empecé llevandoles el pan, después vinieron los pedidos" -puntualiza Flores.

Hace una semana colgado un cartel que anunciaba "liquidación por cierre, todo al 20%". Hoy viernes lo vendían todo al 30; hasta los mostradores y la caja registradora están a la venta. "Hay productos que te salen a un precio tiraó, que por ahí es imposible encontrarlos, si es que nos hacéis un gran favor, porque tenemos que terminar con todo" -comenta una de las dependientas de la tienda, posiblemente familiar de Severino.

Con tristeza he asistido al cierre de la que ha sido en los últimos cinco años mi tienda de referencia, el lugar al que iba a por las provisiones de la semana. Yo sabía que casi todo estaba más caro que en un supermercado o hipermercado de los modernos, pero entre coger el coche, aparcar y el tiempo que se pierde en los grandes centros comerciales, en el fondo a mi me gustaba más ir a comprar a la tienda de siempre, pero sobre todo por el trato humano. Cuando semanalmente acudía a la tienda y por sus recovecos me cruzaba con Severino siempre tenía alguna historia que contar: "Pues enfrente había un cine, pero ya lo cerraron" -me contó un día.

El comercio tenía una distribución parecida a la de un supermercado pero con la apariencia de tienda de toda la vida, sin modernizar, no le faltaban los carritos como en los hiper pero tamaño mini. La mujer de Severino, Sara, cuando no atendía en la sección de frutería tomaba el fresco en la puerta. "Póngame dos kiwis y cuatro tomates" y ella respondía: "¿Y tu por dónde vivías y cúanto tiempo llevas viviendo por aquí?" y mil veces se lo volvía a repetir.

Mientras con añoranza Severino nos enseña la tienda ya casi vacía nos cuenta: "Empezamos con frutería pero después, con el tiempo, fuimos ampliando". El local ocupa casi toda la planta baja de un edificio de cuatro plantas del que es propietario Severino "también vamos a alquilar el sótano al banco" -nos aclara "en los pisos de arriba vivo yo y toda mi familia".

Hace ya más de dos años el Ayuntamiento de Madrid levantó la calle para rehabilitarla. A raiz de esas obras todo está cambiando, se está produciendo una verdadera transformación. Desde que llegó la franquicia infantil del Grupo Zara "Kidis Class" no han parado de abrirse nuevas tiendas de ropa de niños. La calle ya era conocida por ser la calle de las sucursales bancarias y de las peluquerías. Peluquerías hay más de diez y todavía se siguen abriendo nuevas sucursales, las últimas en llegar han sido la Caja de Ahorros de Navarra (Can Navarra) y el banco Atlántico-Sabadell, en la esquina con Pléyades; la próxima oficina será la nueva sucursal de Bankinter en el antiguo local de "Alimentación Florez" -nos informa Severino. Será, con toda seguridad el tramo de calle con más sucursales bancarias por metro cuadrado de toda España. De los más de cincuenta locales comerciales existentes en dos manzanas -ningún local supera los 300 metros- más de la mitad son bancos.

Nos despedimos de Alimentación Florez y de todo su personal, aunque Severino nos comenta: "bueno la tienda la cerramos pero yo no me voy, sigo aquí, porque vivo encima".

1 comentario:

Cuaderno de un bloguero dijo...

No sé si estará teniendo suerte Severino con el alquiler del local, en estos tiempos de crisis están cerrando hasta los bancos.